domingo, 25 de septiembre de 2016

Abandono el reto

A principio de año me quise unir a un reto que proponía El Libro del Escritor que consistía en escribir 52 relatos. Intenté hacerlo con el propósito de obligarme a escribir un poco más y sobre otras cosas que no fueran mis novelas. Me organicé para poder escribir uno por semana y acabar el reto al final del año, pero durante el verano no he podido hacer nada. De vuelta a la rutina he intentado remontar todo lo que había dejado atrás, pero cada vez que me intento poner a escribir alguno de los relatos no se me ocurre nada y los últimos que había escrito no me convencían. Así que he decidido abandonar el reto.
Por supuesto que sigo escribiendo, estoy trabajando en una novela con Paula de El Rincón de Paula y tenemos más ideas de nuevos proyectos por delante.
A partir de ahora intentaré mantener activo el blog con otras cosas.

martes, 20 de septiembre de 2016

Relato 32: Escribe un relato sobre las marcas que deja la vida en la piel


Me había caído cuando era pequeña y me había raspado las rodillas. Habían sanado y habían cicatrizado. Me había cortado más de una vez con hojas de papel o con algún cuchillo, cortes que habían dejado cicatrices en mí que todavía conservaba.
Me había quedado embarazada, habían pasado nueve meses y ya había llegado la hora de dar a luz. El parto en un principio sería natural, hasta que detectaron complicaciones, así que mi bebé nacería por cesárea.
Ahora tenía una cicatriz más en mi cuerpo, pero sería la cicatriz más significativa, ya que había sido causada por la llegada de mi primer hijo.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Relato 31: Imagina que eres incapaz de salir de un piso durante una semana. Cuenta cronológicamente cada día y por qué no puedes salir


El despertador no había sonado y me levanté a la hora de comer. Me había saltado las clases de aquel día, pero eso no parecía ser el mayor de mis problemas. Miré por la ventada y la nevada nocturna había cubierto las salidas por completo. Me dispuse a hacerme la comida y a esperar que la nieve se derritiera. La noche llegó pronto y la nieve apenas había bajado unos centímetros.
A la mañana siguiente, sí parecía haberse derretido algo más, pero aun así, seguía bloqueando puertas y ventanas. El teléfono de casa no funcionaba y empecé a montarme una trágica explicación para aquella situación: el mundo se acababa.
Afortunadamente, al día siguiente la nieve había desaparecido por completo y pude volver a mi vida real comprobando que el mundo seguía en pie.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Relato 30: Escribe un relato sobre cómo sobrevivir en una isla desierta


Todo esto dependerá si has caído allí sin esperarlo o sabiendo a donde ibas a parar.
En el caso de que se conozca el destino, sería bueno tanto llevar un mechero que proporcione fuego para cocinar y dar calor, como saber hacerlo (conocimiento que también sería necesario tener si caes es una isla desierta sin haberlo previsto).
Agua potable y pastillas potabilizadoras serían realmente útiles, a no ser que no dispongas de nada de ello y haya que buscar alguna cascada de agua dulce.
Un cuchillo también podría ser necesario, pero si no has conocido en un principio tu destino habrá que apañárselas con pescar a mano en el mar.
En cualquiera de los dos casos sería bueno tener algo de compañía. En el caso de que me tocara a mí sobrevivir en una isla desierta sola, dudo que saliera viva de ella.

 

viernes, 2 de septiembre de 2016

Relato 29: Describe un personaje que tiene el peor de tus malos hábitos, pero exagerado al extremo


Dormía todas las horas que pudiera y más. Cogía el autobús para desplazarse, o si no podía llamaba a un taxi. Y, por supuesto, se negaba a hacer ejercicio.
Se excusaba en que no disponía de tiempo para ello, cuando en realidad, simplemente, era que le daba pereza. Con el tiempo empezaron a dolerle las articulaciones y la excusa para no moverse empezó a ser el dolor que sentía.
Cada vez le costaba más caminar, así que decidió comunicárselo al médico. Este le dijo que, o empezaba a quitarse el peor de sus malos hábitos, o llegaría un día que no podría mover ni un músculo.